La revolución tecnológica de los últimos años ha comenzado a llegar a la agricultura, donde hoy drones con sensores especiales y la robótica se han vuelto accesible para muchos que en un momento creyeron que esto sería una fantasía futurista.
La Agricultura de precisión se define como el conjunto de tecnologías que se aplican al trabajo en el campo como drones, sensores, imágenes y geográficos, que reúnen la información necesaria para entender las variaciones del suelo y los cultivos.
Un concepto que comienza a tener importancia, luego que varios organismos destacaran la importancia de la industria en la superación de la crisis. Uno de ellos fue el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), el cual hizo un llamado a revalorizar la agricultura como un motor de crecimiento y de seguridad alimentaria en medio de la pandemia.
Hoy más que nunca la agricultura pareciera tomar un rol preponderante en el mundo, un rol que, si bien siempre ha estado presente, hoy es parte de la preocupación cotidiana de millones de personas, quienes han revalorizado la importancia de la cadena de producción de alimentos básicos para superar la crisis.
Sin embargo, el mundo del agro desde hace algunos años ha comenzado a vivir una revolución silenciosa, donde ha encontrado un gran aliado en los cielos, donde antes solo aquellos con más recursos podían trabajar.
Se trata de los drones los que hoy pueden llegar con facilidad a los 500 metros de altura, y sacar fotografías con mayor resolución que un satélite. Hoy los drones parecen marcar la pauta en los avances en la agricultura durante el último tiempo. ¿Pero qué son capaces de realizar estos aparatos?
En primer lugar, los drones que existen en el mercado pueden ser equipados con cámaras especiales, o sensores remotos, los que permiten identificar con facilidad factores como la sequía, la presencia de malezas y otras plagas. Por ejemplo, podemos detectar entre miles de plantas cuáles son las que están sufriendo estrés hídrico, sin más que una fotografía aérea.
Junto con esta capacidad de adaptar distintos tipos de sensores, hoy comienzan a surgir con fuerza los modelos diseñados para tareas de fumigación las que pueden elaborar con rapidez, ya que pueden cubrir varias hectáreas en tan solo minutos.
Además, hoy muchos trabajan con los sistemas SIG (sistema de información geográfica) que permite entregar información detallada para los terrenos, con las medidas, cambios en el terreno y otros aspectos.
Todos estos factores, sin duda ayudan en la producción agroalimentaria, donde el trabajo combinado con otras herramientas como tractores y motocultivadores, pueden mejorar indudablemente los resultados y evitar problemas que antes eran difíciles de detectar.
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